Está situado en un lugar donde hubo Cármenes desde la época árabe. Su forma se fija a fines del siglo XIX cuando se unifican, el primitivo Carmen de la Victoria, llamado Carmen Olivarillo y el Carmen Percal, a ambos lados de la muralla árabe de la Cuesta del Chapiz.
Una vez se accede a el, su entorno es paradisiaco y las vistas a la Alhabra son impresionantes